miércoles, 5 de julio de 2017

Del Saliente al Cielo

Siendo éste el primer asiento de una ruta de montaña hecho en el Blog «Desamparados», he considerado acertado dedicárselo a la montaña y a la sierra que, el que suscribe este escrito, tiene por referente: al «Saliente». Ésta fue la primera montaña en la que hice cumbre, hace ya bastantes años, allá por 1997, y fue la montaña determinante, en el hecho, de que parte de mi tiempo lo emplee en vivir y conocer la Naturaleza.
Imagen. La sierra del Saliente en su vertiente suroriental. Se destaca en la fotografía el objetivo de la ruta: el pico del «Saliente». Este macizo rocoso pertenece a una alineación montañosa de mayor envergadura, recorriendo ésta de Oeste a Este el centro-norte de la provincia de Almería, la sierra de Las Estancias.
Imagen. La ruta.
Algunos de los datos más relevantes de la ruta son los que a continuación se indican:
  • Mapas: Mapa Topográfico Nacional de España, 1:50.000, Vélez-Rubio, Hoja 974; Mapa Topográfico Nacional de España, 1:25.000, Saliente Alto, Hoja 974-III.
  • Itinerario: Santuario (1.066 m) – Cerro de la Ermita – Collado (1.147 m) – Barranco – Los Calares – Collado (1.319 m) – Saliente (1.500 m) – Collado (1.319 m) – Barranco – Collado (1.147 m) – Cerro de la Ermita – Santuario.
  • Tipo de vía: a campo través.
  • Longitud: 4.250 m. Tramo Santuario – Saliente: 2.125 m.
  • Desnivel: Santuario (1.066 m) – Saliente (1.500 m): 434 m.
  • Pendientes: Tramo Barranco – Collado (1.319 m): 42 %; subida inmediata al Saliente: 33 %.
  • Duración: 2 horas y 30 minutos. Ida: 1 hora y 30 minutos; vuelta: 1 hora.
  • Lugares de interés: Santuario de Nuestra Señora del Saliente, cueva de la Virgen y cueva del Saliente.
  • Nivel de dificultad según criterios MIDE: severidad del medio natural: 2; orientación en el itinerario: 3; dificultad en el desplazamiento: 3; cantidad de esfuerzo necesario: 2.
  • Acceso: Se inicia y finaliza la ruta en el Santuario del Saliente. Se accede a éste por la carretera AL-7100 de Albox a Chirivel, kilómetro 21.
  • Observaciones: Si se lleva algún perro es conveniente ponerle la correa en la zona de la cueva del Saliente.
Imagen. Santuario de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente. Este magnífico edificio, construido en el siglo XVIII sobre el Monte Roel, consta de iglesia, palacio episcopal y hospedería. Alberga la imagen de la Virgen del Saliente. Cuenta la tradición que «existen tantas puertas y ventanas como días tiene el año». A sus espaldas, recortándose en el azul del cielo, el pico del Saliente.
El Santuario del Saliente está declarado como parte del Patrimonio Histórico Español. Su Romería, celebrada cada 8 de septiembre, está acreditada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Imagen. En la esquina posterior del Santuario, vista en esta fotografía, es donde tiene lugar el inicio y el final de la ruta.
Imagen. El inicio y el final de nuestro camino. Unos 2.125 metros en longitud y 434 metros en altura, separan el Santuario, donde nos encontramos, del pico del Saliente, mostrándose aquí más cerca del cielo y de sus nubes que de la tierra. Aunque se comienza en esta vereda, la práctica totalidad de la ruta se desarrolla a campo traviesa.
Imagen. Un vistazo al trayecto de la ruta. El orden a seguir consiste en peregrinar por esta ladera del Cerro de la Ermita en la que nos encontramos hasta ir a dar con la traza del barranco, en el cual, remontándonos por él, ganaremos el collado, continuando la ascensión por la ladera de la montaña hasta culminar en la cima del Saliente.
A los pocos metros de iniciar esta vereda deberemos de abandonarla por su izquierda, para ascender por una fuerte rampa, situada justo bajo el tendido eléctrico que cruza el barranco, dejando la rampa, unos metros más arriba, por su derecha, antes de alcanzar la torre eléctrica, buscando entonces en progresiva subida una desdibujada senda, la cual finalmente tomaremos y nos ayudará a circundar el Cerro de la Ermita, llegar al collado (1.147 m) y continuar hasta el mismo cauce del barranco.
Se aprovecha la imagen para presentar a este ejemplar de la fauna ibérica, mi pequeña desamparada: mi Jara.
Imagen. Vista de la montaña desde el collado.
En este lugar la senda queda bastante mimetizada con el entorno, por lo que hay que localizar alguno de los pocos mojones que alumbran nuestro camino.
Imagen. La Jara, entre los espartos, romeros, tomillos, pinos… y alguna que otra jara.
Imagen. Dominando la estampa el Peñón de la Chaparra, poblado notablemente por pinos en su umbría. Tras esta mole rocosa, al fondo, la sierra de Los Filabres, culminada por la Tetica. Anteponiéndose al Peñón, el Cerro de la Ermita, ya que en su ladera se construyó en 1716, por Lázaro de Martos y Roque Tendero, una ermita, la cual, años más tarde fue ampliada por el obispo de Almería D. Claudio Sanz y Torres hasta edificar el actual Santuario del Saliente. Todo apunta, y don Pedro María Fernández, experto en el tema, así lo sostiene, que este cerro es el legendario Monte Roel. A sus pies, serpenteando en busca del Mediterráneo, la rambla del Saliente.
Al alcanzar el lecho del barranco, habiendo proseguido durante un tiempo por la senda, debemos de abandonarla y comenzar a ascender siguiendo su trazado, a campo través. Este tramo, entre el barranco y el collado (1.319 m), es el de más difícil progresión de la ruta: ya que no existe camino alguno, el terreno no es fácil de pisar y la pendiente supera el 40 % en algunos trechos.
Imagen. El barranco visto desde su tramo alto. En la cima del Cerro de la Ermita se halla la cueva de la Virgen.
Se dice por estos contornos que en los años de la Guerra Civil hubo que esconder la talla de Virgen de aquellos ojos que pretendían su destrucción y desaparición. El sitio elegido fue la pequeña cueva ubicada en la cima del Monte Roel.
Imagen. Vista desde el collado, a 1.319 metros de altura. Ante nosotros el valle del Almanzora, flanqueado al sur por la sierra de Los Filabres. A la izquierda de la rambla del Saliente asoma la sierra del Madroño. En un último plano, perfilándose en el reflejo del Mar Mediterráneo, sierra Cabrera.
Imagen. Vista del collado (1.319 m). La formación montañosa perceptible por la mayor parte de la fotografía se corresponde con la parte occidental de la sierra de Las Estancias. En último término, la sierra de Los Filabres.
Imagen. Sobre el cordal de la sierra.
Este es el camino que nos resta para llegar a la cumbre, vislumbrándose ésta ante la nube. Se trata de una cuesta bastante continua, a campo través, de fácil pisar, buena orientación y magníficas perspectivas. El último trecho es algo más quebrado y de mayor pendiente.
En el lugar donde aparecen los arbustos de mayor tamaño, chaparras en concreto, es la zona en la cual se encuentra la cueva del Saliente.
Imagen. A mitad del cordal y, en las cercanías de la sima.
Precaución: el acceso a la cueva es una peligrosa sima de gran desarrollo vertical, cuya caída resultaría fatal: debe de extremarse la cautela.
Imagen. La cueva del Saliente. Esta es la entrada a las entrañas de la sierra, una red de simas, galerías y salas, horadadas por la persistencia del agua al disolver los carbonatos del período Triásico, los restos de un antiguo lecho marino millones de años atrás, dando lugar a todo tipo de caprichosas y preciosas formas subterráneas: estalactitas, estalagmitas... conformando una más de las maravillas naturales de la provincia de Almería.
Imagen. El asalto final a la cima.
La pendiente se hace más pronunciada, excede el 30 %.
Imagen. En la cumbre del Saliente. A 1.500 metros de altitud. Nos encontramos en el segundo punto de mayor altitud del término municipal de Albox, después del Morrón de Caparrós.
El lugar hace de límite administrativo entre los términos municipales de Albox y Oria.
Hemos invertido 1 hora y 30 minutos en salvar los 434 m de desnivel y los 2.125 m de longitud que median entre el Santuario y la cima de la montaña.
Acerca del origen del topónimo, «saliente», estaría dispuesto a asegurar que su uso fue temporalmente anterior en el nombramiento del relieve, y que por tanto, su designación al santuario y a la virgen es posterior, consecuencia de vincularse sus nombres a la presencia en el paraje. Cabría la posibilidad de pensar que la aplicación del término «saliente» al lugar estaría fundamentada en el hecho de que este relieve sobresale con nitidez y robustez del entorno. Cabe, también, que se deba a la salida del Sol tras este lugar, visto desde su poniente. Don Pedro María Fernández afirma que el topónimo es la consecuencia de la existencia de un manantial de aguas, ʻun saliente de aguasʼ, la actual fuente del Huerto de la Virgen; siendo cierta esta aseveración, de este enclave concreto, el nombre se hizo extensivo al paraje, y de ahí, al relieve montañoso pues, ʻla sierra del salienteʼ.
Existe bajo un montículo de piedras, próximo al vértice geodésico, a resguardo de la severidad de los fenómenos atmosféricos, un libro de «estancias», de ʻvisitas o firmasʼ, para todo aquel “desamparado” que desee dejar constancia de su presencia por estos lares.
Imagen. Mi Jara, pelo al viento, oteando el horizonte.
Imagen. Panorámica noreste. Continuando por la cresta de la sierra se halla la mayor cumbre de la sierra del Saliente, el Morrón de Caparrós, con 1.507 metros. La elevación rocosa que aparece a la derecha del Morrón, es en realidad la misma sierra que la del Saliente, allí se encuentra el pico Estancias (1.463 m), que da nombre a toda la alineación montañosa: la sierra de Las Estancias. Entre el Morrón y el vértice geodésico, se mal ve una de las montañas más bellas de la región: la Muela. A la izquierda del vértice, la sierra de Maimón. A la izquierda de ésta, la parte más oriental de la sierra de María. Mediando entre las dos grandes sierras, Estancias y María, Los Vélez.
Imagen. Panorámica sureste. Extendiéndose, entre la sierra y el mar Mediterráneo, el valle del río Almanzora. Inmenso el horizonte donde parecen unirse el azul del cielo y el resplandor de las aguas bajo el radiante Sol.
Tanto los barrancos de la vertiente norte como los de la sur, de la sierra del Saliente, aportan sus aguas a la rambla del Saliente. Ésta, es afluente de la rambla de Albox, y esta última a su vez, es tributaria del río Almanzora, que desemboca en el Mediterráneo. Por lo tanto, las aguas que precipitan en la sierra terminan, tarde o temprano, de nuevo en el mar, lugar del que partieron por mediación de la energía solar: el ciclo del agua.
Imagen. Panorámica suroeste. En la línea del horizonte la sierra de los Filabres. Delante de ésta el valle del río Almanzora. En el centro el Peñón de la Chaparra, separado del Saliente por la rambla homónima. A medio camino entre el Peñón y Filabres, la sierra de Partaloa.
Imagen. Panorámica SO/O. Puede apreciarse como la sierra de Las Estancias hace de límite entre las comarcas de Los Vélez, al norte, y del Almanzora, al sur. Detrás de Las Estancias, las sierras de Partaloa y Lúcar, a la cual pertenecen. Al fondo, Los Filabres, sobresaliendo la Tetica o Cerro Nimax. Confundiéndose con el blanco de las nubes, sobre Los Filabres, la nieve que da nombre a Sierra Nevada.
Imagen. Panorámica norte. La sierra de María. A la derecha, una parte con entidad propia dentro de esta sucesión montañosa, la sierra de Maimón. A los pies de las dos sierras, María y Las Estancias, Los Vélez.

Imagen. Asiento hecho en el libro de «estancias», sito en la cumbre.

Imagen. Mi Isabel.
Imagen. El Santuario en su entorno.
La Ermita: el inicio y el final de la ruta. Comienza el descenso de la montaña hacia el lugar de partida. Resta 1 hora.
Imagen. El barranco. En el lecho del mismo barranco, presidido por unos cipreses, el Huerto de la Virgen; el lugar en el cual, probablemente, tenga su origen el topónimo de todo el paraje, consecuencia de un nacimiento, «saliente», de aguas. En esta panorámica también puede observarse la formidable extensión que alcanza en la zona el cultivo del almendro.
Llama la atención que en un lugar como éste, de tanta relevancia social y cultural, en el que la mayoría de sus elementos poseen sus respectivos topónimos, este barranco no haya adquirido su nombre propio. No consta en los diferentes mapas, documentos e información disponible al asunto en cuestión ningún nombre para este cauce. Sin embargo, en un antiguo legajo de varios siglos de existencia, se puede leer al respecto, no sin cierto grado de imprecisión: barranco «de Redor».
A lo largo del cauce del barranco se han ido construyendo una serie de diques con el objetivo de frenar la escorrentía superficial de las aguas y la consiguiente erosión del terreno, causa de la irreparable pérdida de suelo fértil, generado en el transcurso de milenios. Aquí está el origen de uno de los principales problemas medioambientales a los que debemos de enfrentarnos por estas latitudes, y más en concreto en esta región: la desertificación.
Imagen. Almendro en flor en el Huerto de la Virgen. Tras sus blancas flores, recortándose en el azul del cielo, el pico del Saliente.
Imagen. De regreso en La Ermita.
Este término, «La Ermita», aún continúa utilizándose por los paisanos, teniendo su origen en la antigua ermita construida en el lugar, allá por 1716. Aunque al terciar el siglo XVIII se acometió la construcción del actual edificio, su antigua denominación consiguió pervivir en el acervo de las gentes.
Imagen. La Virgen del Saliente. El pequeño porte de la venerada imagen, labrada en madera de sabina en el s. XVIII, ha propiciado que popularmente se la conozca como «La Pequeñica».

Juan Pedro Rubio García

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nitro

Nitro Una historia explosiva que no llegó a estallar De la lectura de la magnífica obra Viaje a Andalucía “Historia Natural del Rein...