Siendo
éste el primer asiento de una ruta de montaña hecho en el Blog «Desamparados»,
he considerado acertado dedicárselo a la montaña y a la sierra que, el que
suscribe este escrito, tiene por referente: al «Saliente». Ésta fue la
primera montaña en la que hice cumbre, hace ya bastantes años, allá por 1997, y
fue la montaña determinante, en el hecho, de que parte de mi tiempo lo emplee
en vivir y conocer la Naturaleza.
Imagen. La
sierra del Saliente en su vertiente suroriental. Se destaca en la
fotografía el objetivo de la ruta: el pico del «Saliente». Este macizo
rocoso pertenece a una alineación montañosa de mayor envergadura, recorriendo
ésta de Oeste a Este el centro-norte de la provincia de Almería, la sierra
de Las Estancias.
Algunos de
los datos más relevantes de la ruta son los que a continuación se indican:
- Mapas: Mapa Topográfico Nacional de España, 1:50.000, Vélez-Rubio, Hoja 974; Mapa Topográfico Nacional de España, 1:25.000, Saliente Alto, Hoja 974-III.
- Itinerario: Santuario (1.066 m) – Cerro de la Ermita – Collado (1.147 m) – Barranco – Los Calares – Collado (1.319 m) – Saliente (1.500 m) – Collado (1.319 m) – Barranco – Collado (1.147 m) – Cerro de la Ermita – Santuario.
- Tipo de vía: a campo través.
- Longitud: 4.250 m. Tramo Santuario – Saliente: 2.125 m.
- Desnivel: Santuario (1.066 m) – Saliente (1.500 m): 434 m.
- Pendientes: Tramo Barranco – Collado (1.319 m): 42 %; subida inmediata al Saliente: 33 %.
- Duración: 2 horas y 30 minutos. Ida: 1 hora y 30 minutos; vuelta: 1 hora.
- Lugares de interés: Santuario de Nuestra Señora del Saliente, cueva de la Virgen y cueva del Saliente.
- Nivel de dificultad según criterios MIDE: severidad del medio natural: 2; orientación en el itinerario: 3; dificultad en el desplazamiento: 3; cantidad de esfuerzo necesario: 2.
- Acceso: Se inicia y finaliza la ruta en el Santuario del Saliente. Se accede a éste por la carretera AL-7100 de Albox a Chirivel, kilómetro 21.
- Observaciones: Si se lleva algún perro es conveniente ponerle la correa en la zona de la cueva del Saliente.
Imagen. Santuario
de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente. Este magnífico edificio,
construido en el siglo XVIII sobre el Monte Roel, consta de iglesia, palacio
episcopal y hospedería. Alberga la imagen de la Virgen del Saliente. Cuenta
la tradición que «existen tantas puertas y ventanas como días tiene el año». A
sus espaldas, recortándose en el azul del cielo, el pico del Saliente.
El
Santuario del Saliente está declarado como parte del Patrimonio Histórico Español. Su Romería,
celebrada cada 8 de septiembre, está acreditada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Imagen. El inicio y el final de nuestro camino. Unos 2.125
metros en longitud y 434 metros en altura, separan el Santuario, donde nos
encontramos, del pico del Saliente, mostrándose aquí más cerca del cielo y de
sus nubes que de la tierra. Aunque se comienza en esta vereda, la práctica
totalidad de la ruta se desarrolla a campo traviesa.
Imagen. Un vistazo al trayecto de la ruta. El orden a seguir
consiste en peregrinar por esta ladera del Cerro de la Ermita en la que nos
encontramos hasta ir a dar con la traza del barranco, en el cual, remontándonos
por él, ganaremos el collado, continuando la ascensión por la ladera de la
montaña hasta culminar en la cima del Saliente.
A los pocos metros de iniciar esta vereda deberemos de abandonarla
por su izquierda, para ascender por una fuerte rampa, situada justo bajo el
tendido eléctrico que cruza el barranco, dejando la rampa, unos metros más
arriba, por su derecha, antes de alcanzar la torre eléctrica, buscando entonces
en progresiva subida una desdibujada senda, la cual finalmente tomaremos y nos
ayudará a circundar el Cerro de la Ermita, llegar al collado (1.147 m) y
continuar hasta el mismo cauce del barranco.
Se aprovecha la imagen para presentar a este ejemplar de la
fauna ibérica, mi pequeña desamparada: mi Jara.
En este lugar la senda queda bastante mimetizada con el
entorno, por lo que hay que localizar alguno de los pocos mojones que alumbran
nuestro camino.
Imagen. Dominando la estampa el Peñón de la Chaparra, poblado
notablemente por pinos en su umbría. Tras esta mole rocosa, al fondo, la sierra
de Los Filabres, culminada por la Tetica. Anteponiéndose al Peñón,
el Cerro de la Ermita, ya que en su ladera se construyó en 1716, por
Lázaro de Martos y Roque Tendero, una ermita, la cual, años más tarde fue
ampliada por el obispo de Almería D. Claudio Sanz y Torres hasta edificar el
actual Santuario del Saliente. Todo apunta, y don Pedro María Fernández,
experto en el tema, así lo sostiene, que este cerro es el legendario Monte
Roel. A sus pies, serpenteando en busca del Mediterráneo, la rambla del
Saliente.
Al alcanzar el lecho del barranco, habiendo proseguido durante
un tiempo por la senda, debemos de abandonarla y comenzar a ascender siguiendo su
trazado, a campo través. Este tramo, entre el barranco y el collado (1.319 m), es el de más
difícil progresión de la ruta: ya que no existe camino alguno, el terreno no es
fácil de pisar y la pendiente supera el 40 % en algunos trechos.
Se dice por estos contornos que en los años de la Guerra Civil
hubo que esconder la talla de Virgen de aquellos ojos que pretendían su
destrucción y desaparición. El sitio elegido fue la pequeña cueva ubicada en la
cima del Monte Roel.
Imagen. Vista desde el collado, a 1.319 metros de altura. Ante
nosotros el valle del Almanzora, flanqueado al sur por la sierra de Los
Filabres. A la izquierda de la rambla del Saliente asoma la sierra del Madroño.
En un último plano, perfilándose en el reflejo del Mar Mediterráneo, sierra
Cabrera.
Imagen. Vista del collado (1.319 m). La formación montañosa
perceptible por la mayor parte de la fotografía se corresponde con la parte
occidental de la sierra de Las Estancias. En último término, la sierra de Los
Filabres.
Este es el camino que nos resta para llegar a la cumbre,
vislumbrándose ésta ante la nube. Se trata de una cuesta bastante continua, a
campo través, de fácil pisar, buena orientación y magníficas perspectivas. El
último trecho es algo más quebrado y de mayor pendiente.
En el lugar donde aparecen los arbustos de mayor tamaño,
chaparras en concreto, es la zona en la cual se encuentra la cueva del
Saliente.
Precaución: el acceso a la cueva es una peligrosa sima de gran
desarrollo vertical, cuya caída resultaría fatal: debe de extremarse la
cautela.
Imagen. La cueva del Saliente. Esta es la entrada a las
entrañas de la sierra, una red de simas, galerías y salas, horadadas por la
persistencia del agua al disolver los carbonatos del período Triásico, los
restos de un antiguo lecho marino millones de años atrás, dando lugar a todo
tipo de caprichosas y preciosas formas subterráneas: estalactitas,
estalagmitas... conformando una más de las maravillas naturales de la provincia
de Almería.
La pendiente se hace más pronunciada, excede el 30 %.
El lugar hace de límite administrativo entre los términos
municipales de Albox y Oria.
Hemos invertido 1 hora y 30 minutos en salvar los 434 m de
desnivel y los 2.125 m de longitud que median entre el Santuario y la cima de
la montaña.
Acerca del origen del topónimo,
«saliente», estaría dispuesto a asegurar que su uso fue temporalmente anterior
en el nombramiento del relieve, y que por tanto, su designación al santuario y
a la virgen es posterior, consecuencia de vincularse sus nombres a la presencia
en el paraje. Cabría la posibilidad de pensar que la aplicación del término «saliente»
al lugar estaría fundamentada en el hecho de que este relieve sobresale con
nitidez y robustez del entorno. Cabe, también, que se deba a la salida del Sol tras
este lugar, visto desde su poniente. Don Pedro María Fernández afirma que el
topónimo es la consecuencia de la existencia de un manantial de aguas, ʻun
saliente de aguasʼ, la actual fuente del Huerto de la Virgen; siendo cierta
esta aseveración, de este enclave concreto, el nombre se hizo extensivo al
paraje, y de ahí, al relieve montañoso pues, ʻla sierra del salienteʼ.
Existe bajo un montículo de piedras, próximo al vértice
geodésico, a resguardo de la severidad de los fenómenos atmosféricos, un libro
de «estancias», de ʻvisitas o firmasʼ, para todo aquel “desamparado” que desee
dejar constancia de su presencia por estos lares.
Imagen. Panorámica noreste. Continuando por la cresta de la
sierra se halla la mayor cumbre de la sierra del Saliente, el Morrón de
Caparrós, con 1.507 metros. La elevación rocosa que aparece a la derecha
del Morrón, es en realidad la misma sierra que la del Saliente, allí se
encuentra el pico Estancias (1.463 m), que da nombre a toda la alineación
montañosa: la sierra de Las Estancias. Entre el Morrón y el vértice geodésico,
se mal ve una de las montañas más bellas de la región: la Muela. A la izquierda
del vértice, la sierra de Maimón. A la izquierda de ésta, la parte más
oriental de la sierra de María. Mediando entre las dos grandes sierras,
Estancias y María, Los Vélez.
Tanto los barrancos de la vertiente norte como los de la sur, de
la sierra del Saliente, aportan sus aguas a la rambla del Saliente. Ésta, es
afluente de la rambla de Albox, y esta última a su vez, es tributaria del río
Almanzora, que desemboca en el Mediterráneo. Por lo tanto, las aguas que
precipitan en la sierra terminan, tarde o temprano, de nuevo en el mar, lugar
del que partieron por mediación de la energía solar: el ciclo del agua.
Imagen. Panorámica SO/O. Puede apreciarse como la sierra de Las
Estancias hace de límite entre las comarcas de Los Vélez, al norte, y del
Almanzora, al sur. Detrás de Las Estancias, las sierras de Partaloa y Lúcar, a
la cual pertenecen. Al fondo, Los Filabres, sobresaliendo la Tetica o Cerro
Nimax. Confundiéndose con el blanco de las nubes, sobre Los Filabres, la nieve
que da nombre a Sierra Nevada.
Imagen. Panorámica norte. La sierra de María. A la derecha, una
parte con entidad propia dentro de esta sucesión montañosa, la sierra de Maimón.
A los pies de las dos sierras, María y Las Estancias, Los Vélez.
La Ermita: el inicio y el final de la ruta. Comienza el descenso
de la montaña hacia el lugar de partida. Resta 1 hora.
Imagen. El barranco. En el lecho del mismo barranco, presidido
por unos cipreses, el Huerto de la Virgen; el lugar en el cual, probablemente, tenga
su origen el topónimo de todo el paraje, consecuencia de un nacimiento,
«saliente», de aguas. En esta panorámica
también puede observarse la formidable extensión que alcanza en la zona el
cultivo del almendro.
Llama la atención que en un lugar como éste, de tanta
relevancia social y cultural, en el que la mayoría de sus elementos poseen sus
respectivos topónimos, este barranco no haya adquirido su nombre propio. No
consta en los diferentes mapas, documentos e información disponible al asunto
en cuestión ningún nombre para este cauce. Sin embargo, en un antiguo legajo de
varios siglos de existencia, se puede leer al respecto, no sin cierto grado de
imprecisión: barranco «de Redor».
A lo largo del cauce del barranco se han ido construyendo una
serie de diques con el objetivo de frenar la escorrentía superficial de las
aguas y la consiguiente erosión del terreno, causa de la irreparable pérdida de
suelo fértil, generado en el transcurso de milenios. Aquí está el origen de uno
de los principales problemas medioambientales a los que debemos de enfrentarnos
por estas latitudes, y más en concreto en esta región: la desertificación.
Imagen. Almendro en flor en el Huerto de la Virgen. Tras sus
blancas flores, recortándose en el azul del cielo, el pico del Saliente.
Este término, «La Ermita», aún continúa utilizándose por los
paisanos, teniendo su origen en la antigua ermita construida en el lugar, allá
por 1716. Aunque al terciar el siglo XVIII se acometió la construcción del
actual edificio, su antigua denominación consiguió pervivir en el acervo de las
gentes.
Juan Pedro Rubio García
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